viernes, 18 de diciembre de 2015

LA MIRADA DEL SÍNODO (4)

CON OJO CLÍNICO

-LA DEFINICIÓN: mirar con ojo CLÍNICO significa tener habilidades, rastrear para detectar con precisión, la causa del  problema y aplicar soluciones. Es tener la facilidad para captar las circunstancia nocivas para la salud, incluso preverlas y prevenirlas.

-EL ORIGEN: proviene del mundo de la medicina clínica. Los profesionales médicos están entrenados para analizar, valorar y diagnosticar para hacer frente a situaciones de debilidad.

-APLICACIÓN AL SÍNODO: Aunque no seamos estrictamente profesionales de la medicina sí sabemos detectar con ojo clínico cuándo una fe está debilitada y cuándo goza de buena salud. Los resultados de la encuesta han sido un chequeo que nos nuestras debilidades y fortalezas. Disponemos de la gran sabiduría que nos aportan los textos del cuadernillo con los elementos de juicio para diagnosticar y aplicar un tratamiento que revitalice nuestra fe.
           
-PROPUESTAS: Si afrontamos el Sínodo con ojo CLÍNICO sabremos diferenciar lo que es esencial de la fe y lo que es accesorio para hacer más saludables las estructuras envejecidas de nuestras parroquias y de nuestra iglesia diocesana.
Nos costará abriremos nuevos caminos para que el anuncio del evangelio y la transmisión de la fe  enganchen también en las generaciones del futuro, pero seamos exigente a la hora de formular nuestras propuestas de acciones sinodales.
            Está en juego la salud de la fe y si no lo afrontamos con mirada clínica puede perjudicar gravemente el sentido de la vida.

-ACTITUDES: Dejarse interpelar para descubrir lo que soy, lo que hacemos, lo que hay a nuestro alrededor. Confiar en que se puede mejorar, aunque nosotros no veamos el fruto. Dar credibilidad a los documentos que nos señalan el camino, pues son los doctores que nos indican las terapias para revitalizar la fe. El refrán dice: a grandes males, grandes remedios, pero Jesús nos anima diciendo: yo soy el camino, la verdad y la vida. Con lo que tenemos hay que construir el futuro.


      Y tú,  ¿qué terapia pones a tu fe mirando con ojo clínico? 

Hasta la próxima semana.


TINO ESCRIBANO RUIZ

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