viernes, 25 de diciembre de 2015

LA MIRADA DEL SÍNODO (5)

CON OJOS DE BUEN CUBERO

-LA DEFINICIÓN: Mirar con ojos de buen cubero quiere decir tener capacidad de medir por tanteo pero con tanta precisión como con los medios técnicos. No es la precisión profesional pero es tanta la experiencia acumulada, la maestría adquirida con los años y la madurez adquirida en el oficio que equivale a los conocimientos aprendidos en los libros.

-EL ORIGEN: proviene del mundo artesanal. Especialmente de antiguos talleres de oficios donde los padres transmitían a los hijos los conocimientos artesanales acumulados para hacer cubas para conservar el vino en las bodegas.

-APLICACIÓN AL SÍNODO: Según las estadísticas de la encuesta sinodal el perfil de edad mayoritaria en los grupos sinodales ronda la plenitud de la madurez. Son personas expertas en la vida y en la fe que han superado pruebas con entereza. No poseen estudios porque no tuvieron oportunidades, pero explican a su manera, con la precisión de ojo de buen cubero el sentido profundo de su vida.
                                                       
-PROPUESTAS: Valorar las iniciativas y acciones de estas personas. Captar el fondo de lo que quieren decir aunque sus formas, a veces, no se correspondan con las actuales. Ayudarles a que abran la mente a la innovación de lo que otras personas con otros estudios y técnicas de la vida también proponen como válido. Hacer una síntesis conjunta para dinamizar los cambios y mejoras que pueden ser nuevos canales por donde llegue a extenderse el anuncio del evangelio y la transmisión de la fe a niños jóvenes y adultos.

-ACTITUDES:
Dialogar con serenidad y respeto. Valorar la experiencia de fe y vida de los mayores. Descubrir la belleza de sus vidas, aprender de su realidad lo bueno, lo bello lo necesario, lo auténtico.
            Y, hablando de cubas y cuberos, tengamos en cuenta lo que dijo Jesús que: a vino nuevo odres nuevos y que un paño viejo no se puede poner en un traje nuevo porque lo nuevo tira de lo viejo y revientan. Valoración y equilibrio. Con lo que tenemos hay que construir el futuro.


            Y tú,  ¿qué experiencias de fe te hacen mirar la vida con ojos de buen cubero? 

Hasta la próxima semana.

TINO ESCRIBANO RUIZ





viernes, 18 de diciembre de 2015

LA MIRADA DEL SÍNODO (4)

CON OJO CLÍNICO

-LA DEFINICIÓN: mirar con ojo CLÍNICO significa tener habilidades, rastrear para detectar con precisión, la causa del  problema y aplicar soluciones. Es tener la facilidad para captar las circunstancia nocivas para la salud, incluso preverlas y prevenirlas.

-EL ORIGEN: proviene del mundo de la medicina clínica. Los profesionales médicos están entrenados para analizar, valorar y diagnosticar para hacer frente a situaciones de debilidad.

-APLICACIÓN AL SÍNODO: Aunque no seamos estrictamente profesionales de la medicina sí sabemos detectar con ojo clínico cuándo una fe está debilitada y cuándo goza de buena salud. Los resultados de la encuesta han sido un chequeo que nos nuestras debilidades y fortalezas. Disponemos de la gran sabiduría que nos aportan los textos del cuadernillo con los elementos de juicio para diagnosticar y aplicar un tratamiento que revitalice nuestra fe.
           
-PROPUESTAS: Si afrontamos el Sínodo con ojo CLÍNICO sabremos diferenciar lo que es esencial de la fe y lo que es accesorio para hacer más saludables las estructuras envejecidas de nuestras parroquias y de nuestra iglesia diocesana.
Nos costará abriremos nuevos caminos para que el anuncio del evangelio y la transmisión de la fe  enganchen también en las generaciones del futuro, pero seamos exigente a la hora de formular nuestras propuestas de acciones sinodales.
            Está en juego la salud de la fe y si no lo afrontamos con mirada clínica puede perjudicar gravemente el sentido de la vida.

-ACTITUDES: Dejarse interpelar para descubrir lo que soy, lo que hacemos, lo que hay a nuestro alrededor. Confiar en que se puede mejorar, aunque nosotros no veamos el fruto. Dar credibilidad a los documentos que nos señalan el camino, pues son los doctores que nos indican las terapias para revitalizar la fe. El refrán dice: a grandes males, grandes remedios, pero Jesús nos anima diciendo: yo soy el camino, la verdad y la vida. Con lo que tenemos hay que construir el futuro.


      Y tú,  ¿qué terapia pones a tu fe mirando con ojo clínico? 

Hasta la próxima semana.


TINO ESCRIBANO RUIZ

viernes, 11 de diciembre de 2015

LA MIRADA DEL SÍNODO (3)

CON OJOS DE BÚHO

-LA DEFINICIÓN: mirar con ojos de BUHO significa  tener una visión muy amplia que va más allá de lo que ven los ojos de la cara, porque se amplía la visión utilizando otros sentidos.

-EL ORIGEN: Los búhos no pueden mover los ojos, los tienen fijos, pero tienen una mirada con una visión ocular periférica muy amplia gracias a su capacidad para mover la cabeza con velocidad asombrosa. Tienen un oído tan poderoso que apenas sienten cualquier ruido giran la cabeza con agilidad hacia el lugar desde donde viene el sonido y  así consiguen mayor información de lo que hay ante su horizonte.

-APLICACIÓN AL SÍNODO: tenemos  que trabajar los temas del Sínodo con ojos de BÚHO. Ayudarnos a ser capaces de ver más allá de lo cotidiano, de lo de siempre, utilizando otros sentidos. Tenemos que ser como antenas parabólicas, no vale solamente nuestra mirada, debemos estar atentos a otros enfoques, a otros ruidos, otras sensaciones y otras experiencias que nos hagan ampliar nuestra mentalidad y percibir un horizonte más amplio que el que nos da lo que siempre han visto nuestros ojos.  
                                                       
-PROPUESTAS:
 Si afrontamos el Sínodo con los ojos de búho ya no podemos conformarnos con las quejas de siempre para TRANSMITIR LA FE: nos faltan jóvenes, somos siempre los mismos, la gente de ahora no quiere estas cosas, los curas no nos dejan hacer, los niños no vienen motivados, los padres han renunciado a la educación en la fe… Ante nuestras carencias, reaccionemos con velocidad. Aprendamos de otras instituciones que van abriendo caminos. Ya es el momento, no se puede esperar más. Con lo que tenemos hay que construir el futuro.

-ACTITUDES: Tener dinamismo.  Ser emprendedores. Valorar otras miradas que den otro ángulo a los problemas. Utilizar otros sentidos y otras posibilidades para ampliar el horizonte. Jesús alabó la astucia del administrador infiel no por el engaño sino porque tuvo habilidades para encontrar otras soluciones. Nuestra astucia en el anuncio del evangelio y la transmisión de  la fe irá siempre a favor de la verdad y la justicia, pero tenemos que darle muchas vueltas a la cabeza y movernos. Con lo que tenemos hay que construir el futuro.

      Y tú,  ¿cómo amplias tu visión de la fe con ojos de búho? 

Hasta la próxima semana.


TINO ESCRIBANO RUIZ



viernes, 4 de diciembre de 2015

LA MIRADA DEL SÍNODO (2)

CON OJOS DE ÁGUILA (2)
  
-LA DEFINICIÓN: mirar con ojos de águila es ser capaz de detectar hasta los mínimos detalles con una profundidad  excelente.

-EL ORIGEN: Los ojos del águila ven desde lejos hasta las cosas más diminutas para traerlas a la cercanía y supervisarlas con buena resolución.

-APLICACIÓN AL SÍNODO: trabajar los temas del Sínodo con OJOS DE ÁGUILA es reflexionar con ánimo de ser profundos pero valorando las pequeñas aportaciones, los gestos aparentemente insignificantes, los pequeños detalles y avances de las personas que participan en el grupo sinodal con una profundidad de vida excelente.
         
-PROPUESTAS: con  vista de águila hay que valorar los pequeños detalles de renovación que ya están surgiendo en nuestras comunidades para el anuncio del evangelio y la transmisión de  la fe a niños, jóvenes y adultos. A veces son tan pequeños que no se dan a conocer porque se piensan que no son espectaculares como los que van arropados de boato o de largas tradiciones de siglos, o quizá porque no sabemos ver la grandeza de la pequeñez de la levadura o de la diminuta semilla de mostaza.

-ACTITUDES:
           El Sínodo nos da la oportunidad de afrontar todo en profundidad, sin dejar pasar los detalles ya sean los errores más pequeños para corregirlos, como los pequeños aciertos apenas visibles para valorarlos.
          Al evangelista San Juan se le representa con un águila porque su manera de describir el pensamiento de Jesús es al detalle de profundidad. Nosotros no pretendemos llegar a tanto pero vamos a exigirnos concretar al máximo nuestras ideas y proyectos de renovación personal, estructural y diocesana, para no irnos por las ramas.
Con lo que tenemos hay que construir el futuro.


Y tú,  ¿cómo ves la profundidad de la fe con ojos de águila?

Hasta la próxima semana.

TINO ESCRIBANO RUIZ