jueves, 26 de marzo de 2015

¡LEVÁNTATE CON EL SÍNODO! (3)

EL DESPERTADOR…    de catequistas. (3)

-¡Tic-tac-tic-tac…
Riiiiinnngggg…!



Es la una. El reloj señala la hora de despertar a cada catequista para volver a orientar la vida con el timón de la fe.

Son las dos. La hora de despertar a otras personas para que cojan el timón dando el relevo a catequistas que han dado la mejor catequesis con el testimonio de su vida cristiana desgastada por amor a los demás, acompañando a muchas personas con el rumbo de la fe.

Son las tres. El reloj señala la hora de despertar el ambiente de la catequesis para organizar y preparar las sesiones con una buena formación y coordinación entre etapas.  

Son las cuatro. Es la hora de despertar a las familias que apuntaron a sus hijos a la catequesis, para que participen con vitalidad en el crecimiento de la fe de sus hijos, como se desarrolla una planta cuando hay el apoyo de buenos nutrientes.

Son las cinco. La hora de despertar a los equipos de catequistas para que vivan más integrados a la comunidad parroquial, disfrutando de sentirse enviados por ella para cuidar y fortalecer la fe en las diferentes fases de la vida.

Son las seis. La hora de despertar las neuronas del cerebro, para ponerse al día en metodología catequética y arroparse con las ayudas que favorezcan transmitir la vida cristiana con argumentos sólidos de la fe para los tiempos actuales.

Son las siete. La hora de despertar todos los recursos del cuerpo, de la mente y del espíritu, para llenarse de ilusión y buenas prácticas, para conectar con el lenguaje y la vida de quienes reciben la catequesis.

Son las 8. El reloj de la torre de la iglesia señala la hora de despertar a la comunidad cristiana que debe ser, en sí misma, la señal de la mejor catequesis, avalada por las vivencias de las personas que la frecuentan. La comunidad es catequista cuando transmite los fundamentales contenidos de la fe que llevan a la experiencia de Dios, viviendo el Evangelio en el compromiso de las realidades sociales más urgentes, y celebrándolas con agradecimiento afectuoso.

        Ocho horas para dormir. Ocho horas para despertar;
 y el resto de horas, para vivir.
¡LEVÁNTATE! VIVE el Sínodo y PARTICIPA en la CATEQUESIS,                                                 para que pueda ser el despertador  que todos necesitamos para que la iglesia de Coria-Cáceres sea un recinto de paz, de justicia y de amor para seguir esperando.

                     ¿A qué hora pondrás hoy, tu despertador?.                         Cuéntalo en tinoescribanocc@gmail.com
¡Hasta la próxima semana!


                                                 Tino Escribano Ruiz 







jueves, 19 de marzo de 2015

¡LEVÁNTATE CON EL SÍNODO! (2)

EL DESPERTADOR…del silencio. (2)


Tic-tac-tic-tac… 
Riiiiinnngggg…

Es la una. La hora de despertar al silencio dormido para envolverse en el silencio activo que es el que percibe la vida conscientemente: la del cuerpo, la de la mente, la del espíritu.
 
Son las dos. La hora de despertar tu silencio del cuerpo como relajación, quietud y concentración y querer para ti el don de la paz que tú quieres dar a los demás.

Son las tres. La hora de despertar el silencio de la mente en los ideales y en la aceptación de ti mismo ante la realidad difícil que te rodea, no como estorbo sino como oportunidad para conocerte a ti mismo y poner tus cualidades a cooperar en la construcción de un mundo más humano.

Son las cuatro. La hora de despertar el silencio del espíritu como contemplación de lo sagrado que hay en el templo del cosmos y en el espacio más humano donde descubras la experiencia de Dios que te ama con la intensidad con la que tú deseas dar amor a tu prójimo.

Son las cinco. La hora de despertar el silencio que te concentre en ti mismo para lanzarte hacia fuera y caminar con otras personas hacia un objetivo común.

Son las seis. La hora de despertar el silencio que te haga buscar por dentro la felicidad, con la misma intensidad de plenitud que la buscas hacia fuera.
  
Son las siete. La hora de despertar al silencio que te hará llorar de emoción ante otras satisfacciones que nunca te han dado tus deseos cumplidos.

Son las 8. El reloj de la torre de la iglesia señala la hora de despertar a la comunidad cristiana para que despierten los silencios dormidos por las falsas devociones religiosas que se esconden para no escuchar las crudas realidades de la vida.
          Es la hora del Sínodo diocesano que nos despierta a un silencio activo, al estilo del silencio de Jesús, en constante intimidad con el Padre-Dios y en constante implicación a la escucha de los gritos en las crudas realidades de la vida, descubriendo en ella su presencia salvadora que transforma y salva la realidad deteriorada.

Ocho horas para dormir. Ocho horas para despertar,
 y el resto de horas, para vivir.
 ¡LEVÁNTATE! VIVE el Sínodo y PARTICIPA con tu SILENCIO ACTIVO para que pueda ser el despertador  que todos necesitamos, y la iglesia de Coria-Cáceres sea un recinto de paz, de justicia y de amor para seguir esperando.

¿A qué hora pondrás hoy, tu despertador?.

                                                          
¡Hasta la próxima semana!

Tino Escribano Ruiz






sábado, 14 de marzo de 2015

¡LEVÁNTATE CON EL SÍNODO! (1)


EL DESPERTADOR…       de la vida. 
         
Tic-tac-tic-tac… Riiiiinnngggg…

Es la una. El reloj señala la hora de despertar la mente del adulto para afrontar las responsabilidades de la vida, que continúan en el nuevo día.
Hay que despertar la mente del niño, dormida por el excesivo proteccionismo de los padres.        
Hay que despertar la mente del adolescente, dormida por la mala costumbre de conseguirlo todo con el mínimo esfuerzo. Hay que despertar la mente del joven, dormida por el conformismo, debido a la ausencia de ideales.

Son las dos. La hora de despertar los sentimientos dormidos: los de la bondad para ver más allá de lo inmediatamente rentable. Los sentimientos de amistad para dominar el afán de utilizar a los demás según los propios intereses. Hay que despertar los sentimientos de  familia para dedicar con ternura, lo mejor, a la siempre querida familia.

Son las tres. La hora de despertar el ambiente de las casas: la casa de los abuelos, para que adquiera un sentido de hogar. Las casas de cultura, para que adquieran la vitalidad del vecindario. Hay que despertar las casas de los pueblos, para recuperar el sentido de pertenencia a una comunidad que forma parte de tus raíces más profundas.

Son las cuatro. La hora de despertar la música que llevas dentro para emprender un día con ilusión y esperanza.

Son las cinco. La hora de despertar la actitud crítica hacia uno mismo, para proyectar lo que todavía se puede mejorar.

Son las seis. La hora de despertar a los educadores para innovar las formas de despertar los ideales sociales en los niños y jóvenes para que hagan un mundo mucho mejor que el que han  recibido.
Son las siete. La hora de despertar el ingenio del empresario para que invierta sus ganancias en proyectos que generen nuevos puestos de trabajo.

Son las 8. El reloj de la torre de la iglesia señala la hora de despertar a las comunidades cristianas para percibir con mirada de la fe, los  ambientes de la vida que nos rodea. Es la hora del Sínodo: la hora de despertar, todos, a un nuevo día para reinventar la vida de la iglesia con creatividad y para que la fe crezca en el diálogo con la vida, llenando de sabiduría las mentes de los presentes y futuros cristianos.

          Ocho horas para dormir. Ocho horas para despertar, y, el resto, para vivir. ¡LEVÁNTATE y VIVE el Sínodo! PARTICIPA en él: buscando, renovando y fortaleciendo tu fe. Tú eres también el despertador que todos necesitamos, para que la iglesia sea un recinto de paz, de justicia y de amor para seguir esperando.                  
¿A qué hora pondrás hoy tu despertador? 

   Cuéntalo en tinoescribanocc@gmail.com

                               ¡Hasta la próxima semana!


                                  Tino Escribano Ruiz.