jueves, 19 de junio de 2014

31.-EPÍLOGO


Te propongo la fe cristiana porque
te ayudará a desarrollar tu dignidad humana en toda su plenitud
              
Querido amigo, que estás en la tierra buscando la manera de conectar con el cielo. Bienvenido seas a estas ventanas desde donde te has asomado para descubrir el horizonte que hay detrás de cada una de ellas.

He escrito especialmente pensando en ti con la intención de  proponerte la fe cristiana como si la oyeras por primera vez. También he pensado en las personas menos dispuestas a acogerla sea por su desinterés, frialdad, alejamiento, reticencia o indiferencia…

Desde mi ventana he querido decirte que la fe cristiana es una vida humana.
No te quita nada de tus cualidades, más bien las lleva a su máxima perfección.
Tres conceptos claves se han asentado 
en las poyatas de cada ventanal:

La comunidad, Jesús y el Evangelio.

Si te acercas, de nuevo, a cada ventana descubrirás que la fe cristiana te conduce a percibir de otra manera:
Un estilo de vida; una experiencia en equipo; una puerta que abre nuevos caminos; una vida con los cinco sentidos; una adhesión a la persona de Jesús; un color de amistad; una conexión con la naturaleza; un diálogo con la ciencia; una aspiración de eternidad.

La fe cristiana te aporta:
Una subida hacia las metas más altas; una experiencia de ternura; un hogar de una gran familia; una apasionante aventura de la vida; un desarrollo de las mejores emociones; una admiración de la belleza; un estilo de fiesta; unos ojos que ven la realidad; una energía de la vida; una mirada transparente.

La fe cristiana te estimula a hacer:
una apuesta por la vida; una plena calidad de vida; una experiencia de confianza; una ocasión para Re-iniciar la vida. Un estudio para interpretar las señales; una posibilidad de cambio; una herramienta para descubrir significados; un avance para dignificar a la mujer; una lupa para leer la vida diaria con otra profundidad; un motor para la comunicación más sublime, con Dios, en la oración.

Si después de todo esto, mis esfuerzos por proponerte la fe no han dado resultados en tu vida, no importa. Ya estoy pensando que, en mi próxima reflexión, tendré que proponerte la fe ayudándote a abrir no solo las ventanas sino también los viejos portones.

Gracias por intentarlo
                                            
                                   Tino Escribano Ruiz  



                                                                                                        

jueves, 12 de junio de 2014

30.- PROPONER LA FE CRISTIANA… amplificando la comunicación.

Enchufé el aparato de radio y conecté con mi emisora preferida. Escuché  las opiniones de los tertulianos favoritos; me comuniqué con ellos intelectualmente pero las ondas radiofónicas no me abrieron más caminos.  

Encendí el aparato de TV y pasé el tiempo mirando a la pantalla. Conecté con un mundo de luz transformada en movimiento; me comuniqué con un sin fin de sensaciones; pero, apagado el aparato, no había más caminos.   

Abrí el ordenador para enviar un correo electrónico. Me comuniqué con mi grupo  de amigos; pero no conseguí más respuesta que las palabras convencionales que no llevaban a ningún camino.

Me hice una cuenta en Facebook. Me apunté a Tuenti, a Twiter, a You-Tube y a WatsApp. Me registré en las 70 redes sociales para conseguir mayor amplitud de comunicación con miles de amigos en mi cuenta. Cada día fui el centro de atención; pero esa experiencia no sació mi profunda inquietud de amplitud comunicativa.

Navegué por Google buscando en las páginas Web los mejores contenidos sobre la comunicación más profunda. Leí todo. Reflexioné todo, y llegué a la conclusión de que todavía me faltaba conectarme a un nuevo sitio que amplificara todas las comunicaciones tecnológicas.   

Acudí a una comunidad cristiana y me sentí conectado con un ambiente de profunda comunicación vital. Noté que aquí se conjunta la dimensión humana más profunda, con la  del ser espiritual que lo conecta todo en constante diálogo existencial con la realidad de la vida. Cada persona, y la comunidad entera, se comunican con el Padre-Dios; escuchan sus mensajes y se relacionan con él en actitud de confianza y cariño, que llaman oración, en un ancho de banda que nunca se cuelga. Jesucristo enseña el vocabulario básico de la oración con los caracteres esenciales del idioma del Padrenuestro.

Esta comunicación-oración empuja a los cristianos a proponer la fe de manera completa, porque es el motor que amplifica la comunicación y  empuja a transformar el mundo con el estilo de vida que surge del Evangelio.

¿Desde dónde te sitúas? 

Puedes escribir tus comentarios debajo del escrito del blog.

… Y desde esta última ventana, abierta ya al horizonte, veo que hay muchos portones por abrir. Pero de eso escribiré en mis próximos pensamientos.

Gracias por acercarte a estas, discretas, ventanas.


    Tino Escribano Ruiz
                                                                               



jueves, 5 de junio de 2014

29.-PROPONER LA FE CRISTIANA… para leer la vida diaria.

Leí los PERIÓDICOS del día y percibí que por sus hojas se narra la historia de la humanidad contada desde el poder económico, político y social; pero nada había de la trascendencia.

En la PORTADA del periódico me topé  con la noticia de mayor impacto mundial; y me  sentí conectado con el mundo; pero allí no había lugar para la trascendencia.

En la sección EDITORIAL descubrí que en la opinión del director todo puede ser verdad o mentira según sea el color del cristal con que se mira; pero allí no estaba el color de la trascendencia.                      

 En la sección de VIDA SOCIAL me invitaban a valorr a las personas por la fama, por sus anécdotas sentimentales y cotilleos; pero por esas rutas no encontré la trascendencia.

En la sección de DEPORTES me emocioné ensalzando a los mejores deportistas y al equipo campeón por haber llegado a tocar la gloria del triunfo para la eternidad; pero allí no estaba la gloria de la trascendencia.   

En la sección de PASATIEMPOS me divertí resolviendo diferentes pruebas y jeroglíficos; pero no encontré por ninguna parte la posibilidad de completar el crucigrama de la trascendencia.  

                               Me acerqué a una comunidad cristiana y en ella encontré a personas que saben descubrir y dar trascendencia a todas las secciones del periódico de la vida. Juntos leen los acontecimientos cotidianos como la aventura de amor y desamor entre la humanidad y Dios, que tiene a Jesucristo al origen y meta de una historia de salvación para todos.
                               El Evangelio expone la sección editorial como pensamiento que define con precisión el camino y la verdad, que orientan a la humanidad hacia una dimensión de eterna trascendencia. Algunos destellos que leo en el periódico de la vida de cada día, me dicen que es posible.


¿Desde dónde te sitúas?


Puedes poner tus reflexiones en "comentarios", que está debajo de cada escrito en el blog.


Hasta la próxima semana. 


 Tino Escribano Ruiz